Según el Instituto Forestal de Chile (INFOR), la leña representa el 24% de la matriz energética primaria nacional y es el combustible más usado en Chile, después del petróleo y el gas.
En el sur del país, la leña cumple un rol fundamental ya que es la principal fuente de energía para la mayoría de los hogares y de muchas industrias, sobre todo en las zonas rurales. Además, su producción y venta es una de las fuentes de sustento para muchos pequeños propietarios forestales del sur del país.
Teniendo esto en cuenta, ha sido de gran importancia trabajar en el mejoramiento de la calidad de la leña y el uso regulado de esta. Lo cual permite cuidar y aprovechar de mejor manera los bosques y al mismo tiempo disminuir la contaminación atmosférica.
Según INFOR, la leña de calidad es la que proviene de bosques adecuadamente manejados y que ha tenido un proceso de secado que ha reducido su contenido de humedad a un nivel igual o menor al 25 %. Por lo tanto, entre menos humedad, mayor calidad y mejor combustión.
También, se considera dentro de la definición de leña “al conjunto de biomasa que se emplea como combustible, el que incluye leña en diferentes formatos, de árboles forestales o frutales, astillas, pellets y distintos residuos forestales y agrícolas” (INFOR, 2019).
La incorporación de tecnología y de buenas prácticas permite mejorar todo el proceso de producción de leña seca y de calidad, otorgando valor a toda la cadena.
Es por esto que MAGA trajo a Chile los procesadores de leña Hakki Pilke, entre ellos destaca el modelo 43 Pro, considerado el procesador semiautomático más moderno del mercado chileno. El uso de este tipo de maquinaria entrega un mejor control de la producción y calidad de leña a partir de plantaciones o a través del aprovechamiento sustentable del bosque nativo.
Junto a lo anterior, permite aumentar la productividad a un menor costo económico y disminuyendo considerablemente la utilización de mano de obra y por ende el riesgo de accidentes. Los procesadores de leña Hakki Pilke, permiten producir leña de diferentes tamaños, tanto en su largo como en su sección, pudiendo ser utilizada en las diferentes estufas que se comercializan en el mercado.
Fuentes:
https://lena.cl/wpcontent/uploads/2019/09/buenas_practicas_lena_aysen_2019_infor_SNCL.pdf